Yo sabía que no estaba paranoico. A mi, alguien me sigue...

10 de junio de 2009

EL BUBI GOMEZ


Apenas un par de segundos.


Eso es lo que tardé en reaccionar.
El tema es así:
al finalizar una audiencia en el tribunal de trabajo nº 1 me despido de mis clientes estrechándoles la mano mientras les comunico que debo ver unos expedientes en el tribunal 2

“allí esta el Juez Pendorchi, verdad?” Pregunta uno de ellos; Le respondo en forma afirmativa por lo que me encomienda que lo salude de parte de “El Bubi Gómez”
“Cómo no!” asiento generoso (sabedor que es más que improbable que me cruce con el Juez Pendorchi en los pasillos del tribunal, un martes a las 11:00hs)

Por supuesto…

Subo al ascensor y allí estaba el mismísimo Juez Pendorchi. Hombre parco, severo y un tanto rudo.

“buen día Dr.!” Descargo respetuoso y cumplido.
“buen día” responde el magistrado y, para mi sorpresa, agrega “se vino el frío”

Aquí yo pude haber respondido con un sequísimo “AHA” esperando llegar a destino y desaprovechar una oportunidad única de llegar al corazón de ese hombre de hierro o bien pude aprovechar el clima intimista del reducido elevador e intentar, así, ingresar al selecto mundillo de los abogados “amigos” del Dr. Pendorchi

No lo dudé !!

redoblando la apuesta lo espeto con un devastador “Dr, le manda saludos… EL BUBI GOMEZ” y remato la frase con una sonrisa triunfal, amplia y fraterna



“Quien?!” – me arroja con una cara mezcla de “Ud. se tiró un pedo?” y “no, no me interesa la plataforma socialista”

Como quien recibe un baldazo de agua helada en una fría noche de invierno, advierto mi error.
El que ahora me observa inquisidor y desconfiado NO es el Dr. Pendorchi, sino el Dr. Guarnuza; otro de los integrantes del Tribunal.
Reconocer en voz alta mi confusión era igual a firmar una sentencia de autoexilio…

Apenas un par de segundos.

Eso tardé en decir “EL BUBI GOMEZ !!... recién !! no se cruzaron de casualidad. Me pidió EN-CA-RE-CI-DA-MEN-TE que le hiciera llegar sus saludos, Dr. Garnuza”

TIN !! (la campanilla del ascensor nos comunica que llegamos al tribunal)

Abro la puerta y dejo pasar al juez, que me apoya una mano en el hombro y me dice “los años no vienen solos…Gómez me dijo? Gracias Dr…”
“Briks !” me apresuro a completar su oración
“Gracias Dr. Briks, lo veo en el tribunal” e ingresó a su despacho.

FIIIIUUUUU


Qué cosa los sorprende a ustedes…de ustedes mismos?!

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