Yo sabía que no estaba paranoico. A mi, alguien me sigue...

29 de junio de 2009

ALGO HUELE MAL


Me gusta mirar a la gente


Imaginar lo que piensan, sus historias, sus sueños...
Otra cosa que me gusta es observar a dos o más personas conversando a la distancia e inventarles el posible diálogo.
Me divierte.
Además, me ayuda a mantener a raya a los que me rodean, ya que estas actividades las suelo hacer mientras “el sistema” roba MI tiempo obligándome a hacer – mansamente – una COLA
(no se hagan los graciosos. Todos saben a qué me refiero)

Hace poco, Karmakiller (Gracias NINI) subió una historia donde decía – palabras más, palabras menos – que en una cola de un “pago fácil” había hablado con Dios.
Eso motivó que yo le comentara algo muy parecido a esto:

"Ve?
Por cosas como estas yo no hablo con nadie en las colas de los bancos, los supermercados y los estadios de fútbol
Una vez, hace mucho, en la cola para entrar al mundo marino de San Bernardo se me acercó una mina y me dijo que era una sirena.


Que la tenían encerrada junto a los delfines, fuera de la vista del público, pero que podría escapar gracias a la ayuda de un asistente corrupto al que debía sobornar - eso si - necesitaba unos pesos para cumplir con tal fin
y ahí mismo me mangueó

Le pregunté por qué no huía en ese preciso instante, teniendo el mar tan cerca, a lo que respondió que si no volvía con el dinero sus amigos delfines (compañeros de encierro) pagarían las consecuencias
Tenía lógica

Ella vislumbró mi duda y para convencerme afirmó:
"si me ayudas, vuelta al mar, mis hermanas sirenas te colmaran de riquezas. Tú sabes que el fondo del océano esta lleno de tesoros perdidos. Sólo debes buscarlas en la madrugada del 13 de enero en las costas de Monte Hermoso (frente al espigón de pesca, para más datos)"

No lo dude un instante más y le di todo mi dinero


 
Todavía las estoy esperando a las hijas de puta...

Por eso no hablo con nadie en las colas


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