HOY, EL AUTO.
Todo comenzó con la idea de hacer un post en conjunto con LADY cuando entre ella y CONSTANZA me torearon sobre los distintos lugares donde habíamos tenido sexo (no entre nosotros, claro)
La pequeña se enganchó enseguida y me mandó un correo con sus lugares, lo curioso es que su mail decía: “en el auto, debajo del auto, atrás del auto, arriba del auto, en el auto de mi novio, en el auto de mi suegro…” en fin, ya captó la idea.
Es obvio que esta niña guarda un buen recuerdo del parque automotor rosarino (desconozco si maneja)
Mis experiencias en el campo, (no me refiero a los graneros, sino al tema que nos ocupa) se puede dividir en propias y ajenas, siendo un claro ejemplo de esto último lo que me sucedió una de las tantas madrugas que volvía en soledad a casa, luego de una frustrante noche en el boliche y - manitos en el bolsillo - escucho quejidos.
Mi espíritu solidario se aprontó a correr en auxilio del alma en pena!!
Poco me costó hallar el origen de los lamentos (que no eran tales) puesto que “ahí nomás” se estaban dando una viaba que OH MAI GAD.
Es así.
Mientras unos gozaban de los placeres del amor otros nos ibamos caminando rapidito, cabizbajos y rogando que nadie nos confundiera con un fisgón onanista.
La culpa no era mía!!!
Ud debe saber que una de las primeras premisas del sexo en el auto es la elección del lugar donde estacionarse. En una época supimos tener nuestro “OJO EN LA RUTA” (únicamente los Bahienses sabrán de lo que hablo y sólo si tienen más de 30) esta opción hoy se ha perdido. Los más osados acudían al Parque de Mayo pero allí ud podía quedarse LITERALMENTE en bolas; mientras observaba como se llevaban su auto y su chica.
Nunca me pasó ya que siempre fui un cultor del sexo seguro (buenísimo)
Dije por ahí que mi primer automóvil fue un fiat 600 comprado con el único fin de trasladarnos – junto a la sarta de amigotes que se animaran - a Monte Hermoso para festejar el día de la primavera, (llegamos a meter 8 personas y una guitarra)
Claro...eran otras épocas.
Las de un Briks joven y elástico.
Hoy me resultaría imposible practicar la pose del osezno invertebrado. Llevar mis rodillas por detrás de la nuca es sólo posible con la ayuda terapéutica de un equipo completo de kinesiólogos y dos roldanas.
Si se escogía una pose tradicional el riesgo de terminar con la palanca de cambio entre las nalgas era de 2 sobre 3. Optar por ir debajo de la señorita implicaba que ella golpeara su cabeza rítmicamente contra el techo y en caso que esto no sucediera (por pericia de la niña, no por otra cosa) Ud. no evitaría la lumbalgia o el aplastamiento vertebral producto de la presión contra el respaldo de los asientos (que previamente inclinó hacia delante para lograr un mínimo de espacio simulando el efecto catre)
Si nunca tuvo el gusto le sugiero sacarle los estantes a la heladera, ponerla en posición horizontal y encerrarse allí con su pareja.
Desenchufarla o no dependerá de su voluntad de experimentar la sensación en invierno o en verano.
Mi segundo auto fue un Peugeot 505
AAAHH, el cambio es notable. Ud gana en confort, en espacio, en detalles…
Invita a la señorita…pone el aire acondicionado…el buen amigo Barry White en el estereo…una bebida fresca (porque si ud es ducho hasta puede llevar una heladerita de camping)..en fin, LO QUE SE LE OCURRA
Algunos nunca más vuelven a hacerlo en sus casas, de hecho, conozco casos de personas que llevan a sus parejas al garage
Dentro de estos autos espaciosos uno no corre el riesgo de dislocarse un hombro al sacarse la remera ni partirse la cabeza contra el tablero al practicar un 69.
El efecto Titanic (vidrios empañados) sólo se obtiene luego de una considerable sesión amatoria mientras que en el primer caso bastaba con respirar
Nunca pude agregarle una duchita que sino…jamás me hubiera desprendido de esa maravilla de 4 ruedas
Hoy tengo un 206… pero eso que lo cuente la negra!!
Próximas entregas:
El avión. “El que no corre, vuela”
El tren. “vagón de cola o máquina?”
El colectivo “sexo idem”
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