Este post iba a ser la historia de un rechazo
El mismo había sido inspirado por "BELP", quién brillantemente plantea una disyuntiva interesante sobre el rechazo y el abandono.
A punto de subirlo me dí cuenta que a pocos le iba a interesar saber como es que me metieron una patada en el upite y por el contrario, quizá, sabrían valorar más bien un par de tips para evitar – justamente – ser rechazados. A saber:
Elija previamente a la dama en cuestión. Si Ud. no sabe a quién declararle su amor, existe alta probabilidad que termine haciéndolo a la persona equivocada. Una monja, por ejemplo.
Estudie el entorno. El escenario para encarar suele ser tan o más importante que la destinataria misma. Existen altas probabilidades de ser rechazado si Ud. declara su amor en un atrio, sobre todo si se trata de la novia de un tercero
Sea oportuno. Por más romántico y elaborado que sea su discurso, no es bien visto por las damas una declaración de amor en el momento equivocado, por ejemplo, cuando están dando a luz.
Las proposiciones amorosas en el baño de damas de un boliche sólo son efectivas en las películas de los años 80. En la vida real su elegida se estará meando (en el mejor de los casos) y si no es ella, lo serán las 300 mujeres que están haciendo cola con las piernas entrecruzadas. Salga corriendo mientras pueda a riesgo de morir atravesado por un taco aguja en la frente.
El vínculo. Sabido es que no existe la verdadera amistad entre el hombre y la mujer, por lo tanto, no veo impedimento alguno en que Ud. pruebe suerte con cuanto espécimen femenino se cruce. Si se decide por un familiar, trate que sea del segundo grado en adelante, es decir, una prima o más. Las hermanas suelen conocer nuestras debilidades y eso puede jugarnos en contra.
Sobre sus gustos (los de ella) en la guerra y el amor todo vale. Debe Ud. estudiar el terreno y las costumbres de su presa para lograr, así, el éxito deseado al momento de su ataque. Ud no intentaría pescar un pejerrey ensartando un bife de chorizo en el anzuelo, por lo tanto aconsejo investigar – previamente – sobre los gustos de la dama elegida, comenzando por saber si le gustan los deportes, los recitales, los hombres.
Sepa escuchar. Toda mujer habla. Es inevitable.
Es su deber, entonces, saber escucharla (esto garpa como loco)
Nota: como la idea no es pedirle imposibles, sino más bien brindarle una humilde guía de sencillos pasos a seguir para evitar el rechazo de la fémina, le sugiero que haga lo siguiente: cuando ella comience a hablar, mírela fijamente a los ojos y cada 30 segundos (los puede contar mentalmente con el sistema de uno mississipi, dos mississipi, tres mississipi…) haga un movimiento afirmativo con la cabeza (es mucho más efectivo si lo mecha con un “aha” de vez en cuando)
Sólo quien esté familiarizado con esta difícil técnica podrá arriesgar un “mirá vos” o un “claro, estoy de acuerdo”. No lo aconsejo en principiantes.
Sea selectivo. No toda mujer es terreno fértil para sus conquistas, no porque yo no le tenga confianza sino porque aquí la idea es evitar el rechazo y éste es altamente probable si Ud. avanza sobre la que fuera abogada de su ex en su juicio de divorcio.
Explote sus debilidades (las de ella) el talón de Aquiles de toda dama es el instinto maternal, esto no significa que Ud. deba abordarlas al grito de “te hago un hijo, mamasa!!”, nada de eso.
Hay veces que resulta conveniente entrarles por el lado de la ternura, mostrando nuestro costado más sensible.
No exagere.
A ninguna le gusta un pusilánime debilucho con el complejo de Edipo no resuelto.
Sea honesto (pero no demasíado) si bien es bueno ser sincero, hay frases que no conviene decir de entrada, como por ejemplo
- “me haces acordar mucho a una primita a la que siempre le tuve ganas!”
- “con ese corte pareces un varoncito… pero no te enojes. Un varoncito que esta pa’ darle, eh!”
- “decidí acercarme porque tenes cara de querer ponerla, tanto como yo”
Bueno amigo.
Pruebe y después me cuenta, verá que si lo sigue la pie de la letra los resultados serán por demás satisfactorios.
Más adelante le proporcionaré los elementos necesarios para evitar ser abandonado…
o cómo cree que logré que la negra no me saque de patitas a la calle??
UP DATE: conforme el tenor de los comentarios me veo obligado a remarcar que esto no es un manual de seduccion sino uno tendiente a evitar ser rechazados al momento del encare y que - FUNDAMENTALMENTE - es en joda (por si hiciera falta aclararlo)
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