Yo sabía que no estaba paranoico. A mi, alguien me sigue...

1 de septiembre de 2008

RESULTA UNA OBVIEDAD


QUE DIJE ???!!!!

No lo adelanté ??
Claro que lo adelanté!! Y no porque yo sea precisamente un gurú profético ni nada por estilo.
Es simplemente la aplicación más elemental y primaria de la ley de Murphy.

Hoy, tipo 14:00hs, fui testigo privilegiado de la aparición con vida de mi bufanda. Aquella que desapareciera por el mes de junio.

Mi primera reacción fue de júbilo. Pronto estaba a pegar saltos invertidos sobre mi mismo como un chihuahua atiborrado de alucinógenos cuando advertí la ironía del momento.
Es 1º de septiembre, señores, y hace aproximadamente 25 grados en mi querida ciudad. Más me valdría destejerla y hacerme un implante capilar con cada hebra que enroscármela al cuello (salvo que sea con el fin último de ahorcarme)

La bufanda - bien dobladita - reposa en un cajón. Me voy a tatuar su paradero en el antebrazo izquierdo, al mejor estilo “memento”.

OTRA. El jueves fui al Odontólogo.

Para mi, esto es una experiencia casi idéntica a la vez que me invitaron a una boda dónde los novios habían instruido previamente al DJ ordenándole pasar sólo música bailantera.

SOLO – MUSICA – BAILANTERA.

Uno no conoce el verdadero significado de “una laaaaarga noche” hasta que no vive algo así.
Devorarse el centro de mesa y morir con una hemorragia interna suena tentador.

Mi buen amigo Nano debía arreglarme un trabajito que ya tiene su buen tiempo. El procedimiento para llevarlo a cabo es de lo más pintoresco y divertido (para él)

Si ud vió la película “SAW” (el Juego del Miedo) no puede menos que coincidir conmigo acerca de la similitud del maldito sillón odontológico con el utilizado para torturar a las víctimas de la peli.

Ayuda notablemente a tener esta percepción el extraño engrudo que le introducen en la boca, lo que dificulta en extremo el ejercicio respiratorio. Como probablemente esa masa asquerosa no lo deje sin oxigeno, el profesional le introducirá un metal duro y frío, ordenándole que bajo ningún punto de vista cierre la boca. Eso hace que a los 35 segundos (contados) ud sienta un calambre en el maxilar que recorrerá su espina dorsal hasta entumecerle los miembros inferiores.

Como ocurre con cualquier metal que se introduzca en su boca, Ud comenzará a salivar profusamente (pruebe metiéndose un clavo debajo de la lengua). Por eso, le colocarán una especie de manguerita plástica que actúa como “aspirador”. Previendo que la eficacia del adminículo no sea la ideal, también le pasaran por el cuello un baberito lo suficientemente ridículo para que la humillación sea la apropiada.


Completa el cuadro - en mi caso - la cara de miedo, la palidez y las ojeras. (en la foto advertirá ud como intento comunicarme con el 911 con resultado negativo. El torno interfiere con la señal del celular) (esta todo pensado)

Y es así amigo… amiga…

como Yisus manda, bastará que esté ud ataviado con el babero, el cañito saca-saliva, la pasta/engrudo y el molde de metal para que sin previo aviso y como pancho por su casa entre ”L”

La bonita secretaria de Nano.

Esa de ojos celestes y pelo oscuro, de figura imponente y sonrisa caprichosa, de charla divertida y perfume ensoñador...



 
Resulta una obviedad que le diga que Moni no me conoció en un consultorio odontológico, verdad?








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